jueves, 10 de julio de 2025
lunes, 7 de julio de 2025
sábado, 28 de junio de 2025
Te doy lo que tengo: en el nombre de Jesús, levántate y camina.
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 3, 1-10
En una ocasión, Pedro y Juan subían al Templo para la oración de la tarde. Allí encontraron a un paralítico de nacimiento, que ponían diariamente junto a la puerta del Templo llamada “la Hermosa”, para pedir limosna a los que entraban.
Cuando él vio a Pedro y a Juan entrar en el Templo, les pidió una limosna. Entonces Pedro, fijando la mirada en él, lo mismo que Juan, le dijo: “Míranos”. El hombre los miró fijamente esperando que le dieran algo. Pedro le dijo: “No tengo plata ni oro, pero te doy lo que tengo: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y camina”. Y tomándolo de la mano derecha, lo levantó; de inmediato, se le fortalecieron los pies y los tobillos. Dando un salto, se puso de pie y comenzó a caminar; y entró con ellos en el Templo, caminando, saltando y glorificando a Dios. Toda la gente lo vio caminar y alabar a Dios.
Reconocieron que era el mendigo que pedía limosna sentado a la puerta del Templo llamada “la Hermosa”, y quedaron asombrados y llenos de admiración por lo que le había sucedido.
Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL 18, 2-5
R/. Resuena su eco por toda la tierra.
El cielo proclama la gloria de Dios
y el firmamento anuncia la obra de sus manos;
un día transmite al otro este mensaje
y las noches se van dando la noticia. R/.
Sin hablar, sin pronunciar palabras,
sin que se escuche su voz,
resuena su eco por toda la tierra y su lenguaje,
hasta los confines del mundo. R/.
SEGUNDA LECTURA
Dios me eligió desde el vientre de mi madre.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia 1, 11-20
Quiero que sepan, hermanos, que la Buena Noticia que les prediqué no es cosa de los hombres, porque yo no la recibí ni aprendí de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo. Seguramente ustedes oyeron hablar de mi conducta anterior en el Judaísmo: cómo perseguía con furor a la Iglesia de Dios y la arrasaba, y cómo aventajaba en el Judaísmo a muchos compatriotas de mi edad, en mi exceso de celo por las tradiciones paternas. Pero cuando Dios, que me eligió desde el vientre de mi madre y me llamó por medio de su gracia, se complació en revelarme a su Hijo, para que yo lo anunciara entre los paganos, de inmediato, sin consultar a ningún hombre y sin subir a Jerusalén para ver a los que eran Apóstoles antes que yo, me fui a Arabia y después regresé a Damasco.
Tres años más tarde, fui desde allí a Jerusalén para visitar a Pedro, y estuve con él quince días. No vi a ningún otro Apóstol, sino solamente a Santiago, el hermano del Señor. En esto que les escribo, Dios es testigo de que no miento.
Palabra de Dios
San Pedro y San Pablo
EVANGELIO
Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 21, 15-19
Habiéndose aparecido Jesús resucitado a sus discípulos, después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?” Él le respondió: “Sí, Señor, Tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis corderos”.
Le volvió a decir por segunda vez: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?” Él le respondió: “Sí, Señor, sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas”.
Le preguntó por tercera vez: “Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?” Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: “Señor, Tú lo sabes todo; sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas. Te aseguro que cuando eras joven, tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará y te llevará a donde no quieras”. De esta manera, indicaba con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios. Y después de hablar así, le dijo: “Sígueme”.
Palabra del Señor
viernes, 27 de junio de 2025
jueves, 26 de junio de 2025
Lectura de la profecía de Ezequiel
34, 11-16
Así habla el Señor: ¡Aquí estoy Yo! Yo mismo voy a buscar mi rebaño y me ocuparé de él. Como el pastor se ocupa de su rebaño cuando está en medio de sus ovejas dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las libraré de todos los lugares donde se habían dispersado, en un día de nubes y tinieblas. Las sacaré de entre los pueblos, las reuniré de entre las naciones, las traeré a su propio suelo y las apacentaré sobre las montañas de Israel, en los cauces de los torrentes y en todos los poblados del país. Las apacentaré en buenos pastizales y su lugar de pastoreo estará en las montañas altas de Israel. Allí descansarán en un buen lugar de pastoreo, y se alimentarán con ricos pastos sobre las montañas de Israel.
Yo mismo apacentaré a mis ovejas y las llevaré a descansar -oráculo del Señor-. Buscaré a la oveja perdida, haré volver a la descarriada, vendaré a la herida y sanaré a la enferma, pero exterminaré a la que está gorda y robusta. Yo las apacentaré con justicia.
Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL 22, 1-6
R/. El Señor es mi pastor nada me puede faltar.
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. Él me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas. R/.
Me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque Tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza. R/.
Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. R/.
Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo. R/.
SEGUNDA LECTURA
La prueba de que Dios nos ama.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma 5, 5b-11
Hermanos: El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado. En efecto, cuando todavía éramos débiles, Cristo, en el tiempo señalado, murió por los pecadores.
Difícilmente se encuentra alguien que dé su vida por un hombre justo; tal vez alguno sea capaz de morir por un bienhechor. Pero la prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores. Y ahora que estamos justificados por su sangre, con mayor razón seremos librados por Él de la ira de Dios.
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más ahora que estamos reconciliados, seremos salvados por su vida. Y esto no es todo: nosotros nos gloriamos en Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien desde ahora hemos recibido la reconciliación.
Palabra de Dios
Solemnidada del Sagrado Corazón
EVANGELIO
Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 15, 3-7
Jesús dijo a los fariseos y a los escribas esta parábola: Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: “Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido”.
Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
Palabra del Señor
sábado, 21 de junio de 2025
Lectura del libro del Génesis 14, 18-20
En aquellos días: Melquisedec, rey de Salém, que era sacerdote de Dios, el Altísimo, hizo traer pan y vino, y bendijo a Abrám, diciendo:
“¡Bendito sea Abrám de parte de Dios, el Altísimo, creador del cielo y de la tierra! ¡Bendito sea Dios, el Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos!” Y Abrám le dio el diezmo de todo.
Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL 109, 1-4
R/. Tú eres Sacerdote para siempre, a la manera de Melquisedec.
Dijo el Señor a mi señor:
“Siéntate a mi derecha,
mientras Yo pongo a tus enemigos
como estrado de tus pies”. R/.
El Señor extenderá el poder de tu cetro:
“¡Domina desde Sión,
en medio de tus enemigos!” R/.
“Tú eres príncipe desde tu nacimiento,
con esplendor de santidad;
Yo mismo te engendré como rocío,
desde el seno de la aurora”. R/.
El Señor lo ha jurado
y no se retractará:
“Tú eres sacerdote para siempre,
a la manera de Melquisedec”. R/.
SEGUNDA LECTURA
Siempre que lo coman y beban proclamarán la muerte del Señor.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 11, 23-26
Hermanos: Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he transmitido, es lo siguiente: El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan, dio gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía”.
De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memoria mía”.
Y así, siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que Él vuelva.
Palabra de Dios
Evangelio Corpus Christi
Evangelio
Todos comieron hasta saciarse.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 9, 11b-17
Jesús habló a la multitud acerca del Reino de Dios y devolvió la salud a los que tenían necesidad de ser sanados. Al caer la tarde, se acercaron los Doce y le dijeron: “Despide a la multitud, para que vayan a los pueblos y caseríos de los alrededores en busca de albergue y alimento, porque estamos en un lugar desierto”.
Él les respondió: “Denles de comer ustedes mismos”. Pero ellos dijeron: “No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente”. Porque eran alrededor de cinco mil hombres.
Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: “Háganlos sentar en grupos de alrededor de cincuenta personas”. Y ellos hicieron sentar a todos. Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que se los sirvieran a la multitud. Todos comieron hasta saciarse y con lo que sobró se llenaron doce canastas.
Palabra del Señor
jueves, 19 de junio de 2025
martes, 17 de junio de 2025
viernes, 13 de junio de 2025
miércoles, 28 de mayo de 2025
Acción Solidaria 6° Básico B, visita a colegio Alonso de Ercilla
El día de ayer, el curso 6° Básico B, acompañado por su profesora Marianela González, visitó el colegio Alonso de Ercilla, ubicado en Rancagua 114, Pedro de Valdivia bajo, para participar de un compartir fraterno con los estudiantes de 6° básico de dicho establecimiento, el que fue acompañado por la profesora Jefe y su director, quienes recibieron a nuestros estudiantes con gran amabilidad y cortesía.
Los estudiantes, pudieron compartir juegos, vivencias, y un rico desayuno en un marco de alegría y de generación de puentes de empatía, acogida, escucha atenta y por sobre todo compartir como niños llenos de esperanza y deseos de unidad y paz.
jueves, 15 de mayo de 2025
miércoles, 30 de abril de 2025
domingo, 27 de abril de 2025
Ocho días más tarde, apareció Jesús.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 20, 19-31
Al atardecer del primer día de la
semana, los discípulos se encontraban con las puertas cerradas por temor a los
judíos. Entonces llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: “¡La paz
esté con ustedes!”
Mientras decía esto, les mostró sus
manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al
Señor. Jesús les dijo de nuevo: “¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me
envió a mí, Yo también los envío a ustedes”.
Al decirles esto, sopló sobre ellos
y añadió: “Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que
ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan”.
Tomás, uno de los Doce, de
sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. Los otros
discípulos le dijeron: “¡Hemos visto al Señor!” Él les respondió: “Si no veo la
marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos
y la mano en su costado, no lo creeré”.
Ocho días más tarde, estaban de
nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces
apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les
dijo: “¡La paz esté con ustedes!” Luego dijo a Tomás: “Trae aquí tu dedo: aquí
están mis manos. Acerca tu mano: métela en mi costado. En adelante no seas
incrédulo, sino hombre de fe”.
Tomás respondió: “¡Señor mío y Dios
mío!” Jesús le dijo: “Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen
sin haber visto!”
Jesús realizó además muchos otros
signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este
Libro. Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías,
el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre.
Palabra del Señor
viernes, 25 de abril de 2025
lunes, 21 de abril de 2025
jueves, 17 de abril de 2025
miércoles, 16 de abril de 2025
sábado, 12 de abril de 2025
Evangelio Domingo de Ramos
«Bendito el que viene en nombre del Señor»
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas Lc 19, 28-40
Jesús, acompañado de sus discípulos, iba camino a Jerusalén. Cuando se acercó a Betfagé y Betania, al pie del monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: «Vayan al pueblo que está enfrente y, al entrar, encontrarán un asno atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo; y si alguien les pregunta: «¿Por qué lo desatan?», respondan: «El Señor lo necesita»».
Los enviados partieron y encontraron todo como él les había dicho. Cuando desataron el asno, sus dueños les dijeron: «¿Por qué lo desatan?». y ellos respondieron: «El Señor lo necesita».
Luego llevaron el asno adonde estaba Jesús y, poniendo sobre él sus mantos, lo hicieron montar. Mientras él avanzaba, la gente extendía sus mantos sobre el camino.
Cuando Jesús se acercaba a la pendiente del monte de los Olivos, todos los discípulos, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios en alta voz, por todos los milagros que habían visto. Y decían: «¡Bendito sea el Rey que viene en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!».
Algunos fariseos que se encontraban entre la multitud le dijeron: «Maestro, reprende a tus discípulos». Pero él respondió: «Les aseguro que si ellos callan, gritarán las piedras».
Palabra del Señor
viernes, 11 de abril de 2025
jueves, 10 de abril de 2025
importante