Virgen del Carmen, Madre y Reina de Chile, en la víspera de tu solemnidad llegamos al final de esta novena agradecidos de tu intercesión y colmados de anhelos y esperanzas, que hemos puesto bajo tu manto maternal. Madre del Carmelo, haz que nunca nos apartemos de tu Hijo, Jesús y que el Espíritu nos conceda todo aquello que no somos capaces de pedir para el bien nuestro y de los demás, según la voluntad de Dios.
¡Virgen del Carmen, Reina y Madre de Chile, salva a tu pueblo que clama a Ti!