sábado, 30 de marzo de 2024

Pascua de Resurrección

Evangelio según san Juan 20, 1-9

El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:

«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.

Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

viernes, 22 de marzo de 2024


 


 

Domingo de Ramos 24 de Marzo

 Marcos 15:1-39

1Pronto, al amanecer, prepararon una reunión los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y todo el Sanedrín y, después de haber atado a Jesús, le llevaron y le entregaron a Pilato.2Pilato le preguntaba: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» El le respondió: «Sí, tú lo dices.»3Los sumos sacerdotes le acusaban de muchas cosas.4Pilato volvió a preguntarle: «¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan.»5Pero Jesús no respondió ya nada, de suerte que Pilato estaba sorprendido.6Cada Fiesta les concedía la libertad de un preso, el que pidieran.7Había uno, llamado Barrabás, que estaba encarcelado con aquellos sediciosos que en el motín habían cometido un asesinato.8Subió la gente y se puso a pedir lo que les solía conceder.9Pilato les contestó: «¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos?»10(Pues se daba cuenta de que los sumos sacerdotes le habían entregado por envidia.)11Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente a que dijeran que les soltase más bien a Barrabás.12Pero Pilato les decía otra vez: «Y ¿qué voy a hacer con el que llamáis el Rey de los judíos?»13La gente volvió a gritar: «¡Crucifícale!»14Pilato les decía: «Pero ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaron con más fuerza: «Crucifícale!»15Pilato, entonces, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuera crucificado.16Los soldados le llevaron dentro del palacio, es decir, al pretorio y llaman a toda la cohorte.17Le visten de púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciñen.18Y se pusieron a saludarle: «¡Salve, Rey de los judíos!»19Y le golpeaban en la cabeza con una caña, le escupían y, doblando las rodillas, se postraban ante él.20Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron la púrpura, le pusieron sus ropas y le sacan fuera para crucificarle.21Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de Alejandro y de Rufo, a que llevara su cruz.22Le conducen al lugar del Gólgota, que quiere decir: Calvario.23Le daban vino con mirra, pero él no lo tomó.24Le crucifican y se reparten sus vestidos, echando a suertes a ver qué se llevaba cada uno.25Era la hora tercia cuando le crucificaron.26Y estaba puesta la inscripción de la causa de su condena: «El Rey de los judíos.»27Con él crucificaron a dos salteadores, uno a su derecha y otro a su izquierda.29Y los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo: «¡Eh, tú!, que destruyes el Santuario y lo levantas en tres días,30¡sálvate a ti mismo bajando de la cruz!»31Igualmente los sumos sacerdotes se burlaban entre ellos junto con los escribas diciendo: «A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse.32¡El Cristo, el Rey de Israel!, que baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.» También le injuriaban los que con él estaban crucificados.33Llegada la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona.34A la hora nona gritó Jesús con fuerte voz: «Eloí, Eloí, ¿lema sabactaní?», - que quiere decir - «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?»35Al oír esto algunos de los presentes decían: «Mira, llama a Elías.»36Entonces uno fue corriendo a empapar una esponja en vinagre y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber, diciendo: «Dejad, vamos a ver si viene Elías a descolgarle.»37Pero Jesús lanzando un fuerte grito, expiró.38Y el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo.39Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esa manera, dijo: «Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.»

viernes, 15 de marzo de 2024


 

Evangelio Domingo 17 de Marzo

Evangelio Juan 12:20-33

Había algunos griegos de los que subían a adorar en la fiesta. Estos se dirigieron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le rogaron: «Señor, queremos ver a Jesús.» Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.

Jesús les respondió: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo de hombre.

En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto.

El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna.

Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará.

Ahora mi alma está turbada. Y ¿qué voy a decir? ¡Padre, líbrame de esta hora! Pero ¡si he llegado a esta hora para esto!

Padre, glorifica tu Nombre.» Vino entonces una voz del cielo: «Le he glorificado y de nuevo le glorificaré.»

La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno. Otros decían: «Le ha hablado un ángel.»

Jesús respondió: «No ha venido esta voz por mí, sino por vosotros.

Ahora es el juicio de este mundo; ahora el Príncipe de este mundo será echado fuera.

Y yo cuando sea levando de la tierra, atraeré a todos hacia mí.»

Decía esto para significar de qué muerte iba a morir.


viernes, 8 de marzo de 2024


 

Evangelio Domingo 10 de Marzo

 EVANGELIO (según san Juan 3, 14-21)

Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por Él.

Dijo Jesús:

De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en Él tengan Vida eterna.

Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en Él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios. En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas.

En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios.

importante

Lecturas Domingo 28 de abril

  Primera lectura: Lectura de los Hechos de los Apóstoles 9, 26-31 En aquellos días, llegado Pablo a Jerusalén, trataba de juntarse con lo...