domingo, 31 de marzo de 2024
sábado, 30 de marzo de 2024
Pascua de Resurrección
Evangelio según san Juan 20, 1-9
El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al
amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a
quien Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían
juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó
primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los
lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los
lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero
al sepulcro; vio y creyó.
Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de
resucitar de entre los muertos.
viernes, 29 de marzo de 2024
jueves, 28 de marzo de 2024
miércoles, 27 de marzo de 2024
martes, 26 de marzo de 2024
lunes, 25 de marzo de 2024
domingo, 24 de marzo de 2024
sábado, 23 de marzo de 2024
viernes, 22 de marzo de 2024
Domingo de Ramos 24 de Marzo
Marcos 15:1-39
1Pronto, al amanecer,
prepararon una reunión los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y
todo el Sanedrín y, después de haber atado a Jesús, le llevaron y le entregaron
a Pilato.2Pilato le preguntaba:
«¿Eres tú el Rey de los judíos?» El le respondió: «Sí, tú lo dices.»3Los sumos sacerdotes
le acusaban de muchas cosas.4Pilato volvió a preguntarle: «¿No
contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan.»5Pero Jesús no
respondió ya nada, de suerte que Pilato estaba sorprendido.6Cada Fiesta les
concedía la libertad de un preso, el que pidieran.7Había uno, llamado
Barrabás, que estaba encarcelado con aquellos sediciosos que en el motín habían
cometido un asesinato.8Subió la gente y se
puso a pedir lo que les solía conceder.9Pilato les contestó:
«¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos?»10(Pues se daba cuenta
de que los sumos sacerdotes le habían entregado por envidia.)11Pero los sumos
sacerdotes incitaron a la gente a que dijeran que les soltase más bien a
Barrabás.12Pero Pilato les decía
otra vez: «Y ¿qué voy a hacer con el que llamáis el Rey de los judíos?»13La gente volvió a
gritar: «¡Crucifícale!»14Pilato les decía:
«Pero ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaron con más fuerza: «Crucifícale!»15Pilato, entonces,
queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás y entregó a Jesús, después
de azotarle, para que fuera crucificado.16Los soldados le
llevaron dentro del palacio, es decir, al pretorio y llaman a toda la cohorte.17Le visten de púrpura
y, trenzando una corona de espinas, se la ciñen.18Y se pusieron a
saludarle: «¡Salve, Rey de los judíos!»19Y le golpeaban en la
cabeza con una caña, le escupían y, doblando las rodillas, se postraban ante
él.20Cuando se hubieron
burlado de él, le quitaron la púrpura, le pusieron sus ropas y le sacan fuera
para crucificarle.21Y obligaron a uno que
pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de Alejandro y de
Rufo, a que llevara su cruz.22Le conducen al lugar del Gólgota, que
quiere decir: Calvario.23Le daban vino con
mirra, pero él no lo tomó.24Le crucifican y se reparten sus
vestidos, echando a suertes a ver qué se llevaba cada uno.25Era la hora tercia
cuando le crucificaron.26Y estaba puesta la
inscripción de la causa de su condena: «El Rey de los judíos.»27Con él crucificaron a
dos salteadores, uno a su derecha y otro a su izquierda.29Y los que pasaban por
allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo: «¡Eh, tú!, que destruyes el
Santuario y lo levantas en tres días,30¡sálvate a ti mismo
bajando de la cruz!»31Igualmente los sumos
sacerdotes se burlaban entre ellos junto con los escribas diciendo: «A otros
salvó y a sí mismo no puede salvarse.32¡El Cristo, el Rey de
Israel!, que baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.» También le
injuriaban los que con él estaban crucificados.33Llegada la hora sexta,
hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona.34A la hora nona gritó
Jesús con fuerte voz: «Eloí, Eloí, ¿lema sabactaní?», - que quiere decir -
«¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?»35Al oír esto algunos de
los presentes decían: «Mira, llama a Elías.»36Entonces uno fue
corriendo a empapar una esponja en vinagre y, sujetándola a una caña, le
ofrecía de beber, diciendo: «Dejad, vamos a ver si viene Elías a descolgarle.»37Pero Jesús lanzando un
fuerte grito, expiró.38Y el velo del
Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo.39Al ver el centurión,
que estaba frente a él, que había expirado de esa manera, dijo: «Verdaderamente
este hombre era Hijo de Dios.»
jueves, 21 de marzo de 2024
lunes, 18 de marzo de 2024
viernes, 15 de marzo de 2024
Evangelio Domingo 17 de Marzo
Evangelio Juan 12:20-33
Había algunos griegos de los que subían a adorar en la fiesta. Estos se dirigieron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le rogaron: «Señor, queremos ver a Jesús.» Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.
Jesús les respondió: «Ha llegado la hora de que sea
glorificado el Hijo de hombre.
En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no
cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto.
El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida
en este mundo, la guardará para una vida eterna.
Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí
estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará.
Ahora mi alma está turbada. Y ¿qué voy a decir?
¡Padre, líbrame de esta hora! Pero ¡si he llegado a esta hora para esto!
Padre, glorifica tu Nombre.» Vino entonces una voz del
cielo: «Le he glorificado y de nuevo le glorificaré.»
La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido
un trueno. Otros decían: «Le ha hablado un ángel.»
Jesús respondió: «No ha venido esta voz por mí, sino
por vosotros.
Ahora es el juicio de este mundo; ahora el Príncipe de
este mundo será echado fuera.
Y yo cuando sea levando de la tierra, atraeré a todos
hacia mí.»
Decía esto para significar de qué muerte iba a morir.
miércoles, 13 de marzo de 2024
martes, 12 de marzo de 2024
lunes, 11 de marzo de 2024
domingo, 10 de marzo de 2024
sábado, 9 de marzo de 2024
viernes, 8 de marzo de 2024
Evangelio Domingo 10 de Marzo
EVANGELIO (según san Juan 3, 14-21)
Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por Él.
Dijo Jesús:
De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en Él tengan Vida eterna.
Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en Él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios. En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas.
En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios.