viernes, 15 de marzo de 2024

Evangelio Domingo 17 de Marzo

Evangelio Juan 12:20-33

Había algunos griegos de los que subían a adorar en la fiesta. Estos se dirigieron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le rogaron: «Señor, queremos ver a Jesús.» Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.

Jesús les respondió: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo de hombre.

En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto.

El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna.

Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará.

Ahora mi alma está turbada. Y ¿qué voy a decir? ¡Padre, líbrame de esta hora! Pero ¡si he llegado a esta hora para esto!

Padre, glorifica tu Nombre.» Vino entonces una voz del cielo: «Le he glorificado y de nuevo le glorificaré.»

La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno. Otros decían: «Le ha hablado un ángel.»

Jesús respondió: «No ha venido esta voz por mí, sino por vosotros.

Ahora es el juicio de este mundo; ahora el Príncipe de este mundo será echado fuera.

Y yo cuando sea levando de la tierra, atraeré a todos hacia mí.»

Decía esto para significar de qué muerte iba a morir.


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