Lectura del libro de Jeremías 23, 1-6
¡Ay de los pastores que pierden y dispersan el rebaño de mi pastizal! -oráculo del Señor-.
Por eso, así habla el Señor, Dios de Israel, contra los pastores que apacientan a mi pueblo: Ustedes han dispersado mis ovejas, las han expulsado y no se han ocupado de ellas. Yo, en cambio, voy a ocuparme de ustedes, para castigar sus malas acciones -oráculo del Señor-.
Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas, de todos los países adonde las había expulsado, y las haré volver a sus praderas, donde serán fecundas y se multiplicarán. Yo suscitaré para ellas pastores que las apacentarán; y ya no temerán ni se espantarán, y no se echará de menos a ninguna -oráculo del Señor-.
Llegarán los días -oráculo del Señor- en que suscitaré para David un germen justo; Él reinará como rey y será prudente, practicará la justicia y el derecho en el país. En sus días, Judá estará a salvo e Israel habitará seguro.
Y se lo llamará con este nombre:
“El Señor es nuestra justicia”.