Solemnidad Nuestra Señora
del Carmen Madre y Reina de Chile.
16 de Julio 2020
En tiempos antiguos, el Monte
Carmelo, en Palestina, recordaba las hazañas del profeta Elías. En el siglo
XVIII, algunos hombres, “ardiendo de celo por el Dios vivo”, se agruparon allí
bajo una regla común y llevaron una vida eremítica. Así nació la Orden del Carmelo,
que se puso bajo la protección de María, la Virgen de Nazaret y la Madre de los
contemplativos. Su distintivo es el escapulario, entregado por la Virgen, según
la tradición, a san Simón Stock a mediados del siglo XIII.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Elías oró y el cielo envió
su lluvia.
Lectura del primer libro de
los Reyes 18, 1-2a. 41-46
Al tercer año de la sequía, la
palabra del Señor llegó a Elías, en estos términos: “Ve a presentarte a Ajab, y
Yo enviaré lluvia a la superficie del suelo”.
Entonces Elías partió para
presentarse ante Ajab y le dijo: “Sube a comer y a beber, porque ya se percibe
el ruido de la lluvia”.
Ajab subió a comer y a beber,
mientras Elías subía a la cumbre del Carmelo. Allí se postró en tierra, con el
rostro entre las rodillas. Y dijo a su servidor: “Sube y mira hacia el mar”.
El subió, miró y dijo: “No hay
nada”. Elías añadió: “Vuelve a hacerlo siete veces”.
La séptima vez, el servidor
dijo: “Se eleva del mar una nube, pequeña como la palma de una mano”.
Elías dijo: “Ve a decir a
Ajab: Engancha el carro y baja, para que la lluvia no te lo impida”.
El cielo se oscureció cada vez
más por las nubes y el viento, y empezó a llover copiosamente. Ajab subió a su
carro y partió para Izreel. La mano del Señor se posó sobre Elías; él se ató el
cinturón y corrió delante de Ajab hasta la entrada de Izreel.
SALMO RESPONSORIAL 84, 9A.
10-14
R/.
Muéstranos, señor tu misericordia y danos tu salvación.
Voy a proclamar lo que dice el
Señor: el Señor promete la paz. Su salvación está muy cerca de sus fieles, y la
Gloria habitará en nuestra tierra.
R/.
Muéstranos, señor tu misericordia y danos tu salvación.
El Amor y la Verdad se
encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra
y la Justicia mirará desde el cielo.
R/.
Muéstranos, señor tu misericordia y danos tu salvación.
El mismo Señor nos dará sus
bienes y nuestra tierra producirá sus frutos. La Justicia irá delante de Él, y
la Paz, sobre la huella de sus pasos.
R/.
Muéstranos, señor tu misericordia y danos tu salvación.
EVANGELIO
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO
Aleluya.
Bendita eres entre todas las
mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. Aleluya.
EVANGELIO
Éste fue el primero de los
signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea.
+ Evangelio de nuestro
Señor Jesucristo según san Juan 2, 1-11
Se celebraron unas bodas en
Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado
con sus discípulos. Y, como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: “No tienen
vino”. Jesús le respondió: “Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha
llegado todavía”. Pero su madre dijo a los sirvientes: “Hagan todo lo que Él
les diga”.
Había allí seis tinajas de
piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos
cien litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes: “Llenen de agua estas
tinajas”. Y las llenaron hasta el borde. “Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven
al encargado del banquete”. Así lo hicieron.
El encargado probó el agua
cambiada en vino y, como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes
que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: “Siempre se sirve primero
el buen vino y, cuando todos han bebido bien, se trae el de calidad inferior.
Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento”.
Éste fue el primero de los
signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus
discípulos creyeron en Él.